"Contra la Piratería, defiende la cultura"

La copia no-autorizada destinada a la producción y distribución de contenidos protegidos por el derecho de autor,conocida coloquialmente como la piratería, es uno de los problemas más importantes que afecta actualmente a la industria de la cultura.
Sus efectos son devastadores en la producción cultural, tanto económicos como intelectuales. Las consecuencias: pérdidas de puestos de trabajo,estancamiento de la diversidad cultural y lo más importante, un claro abuso de la propiedad intelectual.

La erradicación de esta lacra cultural es un problema que los organismos de los países más afectados han intentado frenar a través de campañas de concienciación social. Los ciudadanos tienen en su mano poder acabar, o sino disminuir en gran medida, las ventas de estos productos ilegales que atentan contra nuestra propia diversidad cultural. Por ello, el Ministerio de Cultura ha llevado a cabo diferentes campañas en contra de la piratería.La última, lanzada en diciembre de 2005, contó con un presupuesto de 2,8 millones de euros. Su lema,"Contra la Piratería, defiende la cultura".La campaña se transmitió a través de la televisión, emisoras de radio, revistas especializadas, Internet, salas de cine y transporte público





"Esta campaña significa el compromiso del Gobierno en la lucha contra la piratería en la que debe jugar un papel también toda la sociedad", recalcó Concepción Becerra,secretaria general técnica del Ministerio de cultura. Quienes divulgan la música, el cine o los libros merecen un reconocimiento y tienen derecho a una justa retribución"

Y es que los derechos de propiedad intelectual están siendo dañados gravemente debido a la piratería. Artistas, escritores y músicos son los más afectados, además de nuestra propia identidad social y cultural.El problema es tan grave que ha llegado incluso a planterse a escala europea.Fue en el 2004 cuando el Parlamento Europeo planteó por primera vez legislar en defensa de la propiedad intelectual con objetivo de garantizar un nivel equivalente de protección de éstos derechos en los Estados miembros.

Pero el problema parece que no llega a resolverse a pesar de las medidas de los organismos oficiales. Además, muchos son los que afirman que la cultura, como se defiende, es compartiéndola.Según diversos blogs en contra de los derechos de propiedad,este concepto no tiene ningún sentido. Dicen que los bienes intelectuales no pueden estar sujetos a propiedad porque: a) no están limitados por naturaleza b) cuesta lo mismo producirlos para uno que para todos (se multiplican sin coste gracias a las nuevas tecnologías) y c) el que lo disfrute una persona no impide ni disminuye que lo disfruten las demás (de hecho cuanto más lo disfruten los demás mayor valor adquiere al devenir culturalmente más relevante). "La cultura sólo existe como compartida" dicen las comunidades virtuales que lo defienden.

Parece un conflicto difícil de resolver.Los ciudadanos debemos concienciarnos del daño que causamos cada vez que compramos un CD ilegal mientras que las instituciones deben poner todo su empeño en combatir su venta y reproducción. Pero la solución no solo la tienen los ciudadanos e instituciones. Las industrias culturales deberían descender los precios desorbitados que los ciudadanos dicen sufrir. Puede que las pérdidas económicas a corto plazo sean elevadas, pero mirando al futuro, los beneficios serán mayores. Quizás si se hubiera adoptado antes esta medida, se hubiera evitado la situación en la que nos encontramos en la actualidad.